Desde niña, mi relación con los juguetes fue diferente. En reboot aplicamos Learning Creative Learning para ayudar a las empresas en proceso de transformación a desarrollar una cultura de innovación a través de workshops, cursos y metodologías como Design Thinking, CPS y experimentación.
Desde niña, mi relación con los juguetes siempre fue un poco peculiar. A diferencia de muchas otras niñas de mi época, mis regalos no eran muñecas o juguetes tradicionales; mi padre, quien tenía un enfoque muy particular sobre cómo educar, me regalaba juegos de construcción y creación.
Su idea no era darme algo para simplemente entretenerme, sino ofrecerme herramientas para crear, explorar y aprender. Así, desde muy pequeña, me acostumbré a ver el aprendizaje como algo activo, algo que se construía y no se recibía pasivamente. Sin embargo, hubo una ocasión especial en la que mi tía, insistente y siguiendo las tendencias de aquellos años, me regaló una muñeca que marcaría un momento crucial en mi forma de entender el aprendizaje.
Era la década de los 80, y tener una muñeca que tomaba biberón y luego “hacía pipí” era una novedad increíble. El día que me la dieron, mientras otros niños se habrían puesto a jugar de inmediato, yo hice algo distinto: miré la muñeca con curiosidad, me pregunté cómo funcionaba, y antes de darme cuenta ya la estaba desarmando. Quería entender los mecanismos que le permitían hacer esas “maravillas”. Finalmente, cuando descubrí su funcionamiento, fui corriendo a contarle a mi padre mi gran hallazgo. Ese momento marcó el inicio de una reflexión profunda: la de comprender que mi forma de aprender y entender el mundo estaba en la exploración, la deconstrucción, la construcción y el compartir.
A medida que fui creciendo, descubrí que esta forma de aprender a través de la curiosidad, la creatividad y el compartir no era solo una etapa de la niñez; se convirtió en una filosofía de vida. En mi vida adulta, he seguido aplicando estos principios en distintos ámbitos, ya sea en el trabajo, en mis relaciones personales, o incluso al enseñar a otros. He encontrado que al enfrentar problemas o desafíos, el enfoque creativo y colaborativo me permite ver las cosas desde diferentes perspectivas, encontrar soluciones innovadoras y seguir disfrutando el proceso de aprendizaje.
Durante todo mi camino profesional me he encontrado con diversos enfoques y metodologías con las cuales diseñé diversas experiencias de aprendizaje. Hoy en reboot, conocí la metodología Learning Creative Learning (LCL), desarrollada en el MIT Media Lab, y todo lo que había experimentado de niña cobró sentido de una manera sorprendente. LCL se basa en la idea de que el aprendizaje efectivo es un proceso creativo, experimental, colaborativo y, sobre todo, divertido. reboot tomó las bases de esta metodología para definir los pilares en donde queremos enmarcar cada experiencia de aprendizaje que generamos:
A partir de ello, acompañamos a los colaboradores y sus organizaciones a deconstruir sus ideas, identificar supuestos ocultos, cuestionar creencias limitantes y explorar nuevas posibilidades. Nos acercamos a metodologías y herramientas como CPS (Creative Problem Solving), Design Thinking y Experimentación para impulsar la cultura de innovación en empresas en proceso de transformación.